Nada igual


Te extaño cobardemente, pensante, viajante, entre este tráfico creciente, titubeante pero incorrompible, a momentos desesperante pero al parecer triunfante.

Me siento solo pero sincero ¿Acaso sólo a ti quiero?
Sin recursos me encuentro, o me siento, y con tanto que decir, que expresar, inmerso en un manantial de llanto del cual nada se ve brotar, que debería ser más que enérgico y en este momento es poco menos que desértico.

Y tú tan lejos. Y yo tan viejo, loco, perplejo.
Parece imborrable, insuperable. Incapaz me creo,
incapaz me miento, incapaz lo intento y al instante me encuentro
incapaz de ti.

Pretendo un tributo llevar, no a cuestas ni en vano, sino orgulloso, tirano. Guardar, conservar, proteger, abrazar lo que tengo de ti, lo que sucedió nuestro, lo que cada vez más débil siento ¿Para qué? No estoy seguro, es tal vez un acto de esos que impulsa el instinto, el amor, la locura o simplemente desatino.

Se siente muy bien, tú lo sabes. Y a la vez tan mal, lo has sentido.
Pero estoy seguro, no hay duda alguna de esto,
nada igual hemos vivido.

Comentarios

Entradas populares