Pasión


El término empleado es 'transbordar'. No sé que tan correcto sea pero la idea es pasar de una linea a otra y mágicamente estar en la 'misma' estación pero con otras posibilidades.

Se trata de Garivai (en realidad estación Garibaldi) en el transborde de la linea B hacia la 8.

Día bastante divertido. Regresaba a casa despues de convivir con
uno de mis mejores amigos al cual acompañe a una fiesta en la que se pretendía (más bien, el anfitrión pretendía) deleitar a los asistentes (y a su vez alimentar su ego) con un espectáculo de música en vivo lleno de buenas rolas y magníficas improvisaciones. Y aunque, al momento de abandonar la fiesta, en el lugar se encontraban alrededor de 11 personas, no dudamos que llegarían más en el transcurso de la noche. De cualquier manera, fue inmensamente disfrutable.
Mi amigo es realmente bueno en la guitarra y además se le dan otros instrumentos. Yo tuve la oportunidad de 'patalear' con la lira y la bateria. Sumado a esto, se organizó un partido de fútbol entre los asistentes, lo cual se convirtió en el principal entretenimiento en esta ocasión.

Pero regresando al mencionado transborde, justo al pie de las escaleras que comunican el andén con los pasillos, noté que una pareja estaba pasando por un mal momento. El hombre se veía mal humorado y violento, lo cual depertó en mi una sensación de alerta... de héroe.
Me acerque lo más que pude a la chica. Seguiamos caminando.
Sin apartar la vista del refri de aproximádamente unochenta de estatura, fantaseaba que en caso de que él intentara o llegara a agredirla, yo intervendría como supongo que lo haría cualquiera en contra del abuso físico, psicológico, económico, sexual, político, cultural, racial, menstrual, viral, etc.
Continuamos nuestro andar, él lo hacia a unos pasos adelante de nosotros, yo había logrado colocarme paralelamente a ella.
Llegamos a unas escaleras eléctricas, de las que tantas hay en el Metro y de las que tanto se descomponen en el mismo, junto a las cuales había otro conjunto de escalones, este último no-eléctrico, el cual fue elegido por el sujeto en cuestión.
En ese momento decidi dirigirme a la dama para decirle alguna de las frases que se estaban formando en mi mente. Elegí "¿Siempre es así de agresivo?" la que más bien es una pregunta. Amablemente y con una sonrisa en su borroso rostro, y digo borroso porque no lo vi bien y lo que vi ya no está muy claro en mi memoria, volteó y me dijo "No". Fue todo, no dije más. Llegamos al anden y abordamos la máquina que acababa de llegar.
Lo único rescatable del asunto es que curiosamente hicieron el mismo recorrido que yo. Toda la linea hasta Constitución en donde tomaron el mismo microbús, aunque al parecer ellos iban un poco más lejos. En el transcurso, por lo visto, hicieron 'las paces'.

Tendré que esperar una nueva oportunidad para que ese heróe, del que se dice que todos llevamos dentro, surga para combatir las injusticias, barbaries e incongruencias de la vida diaria, de la gente sin escrúpulos, sin sentido común, sin pasión por vivir.

Aunque,
pensandolo bien,
sería suficiente lograr vivir placenteramente...
                                                 como un soñador en este mundo de realistas.

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