Colmillos, colmillos



Causantes de emoción y de sonrisas,
no es sólo el verte con una maleta todos los días y saber tranquilizado que no te vas,
que aunque no te despidas te volveré a ver, que aunque golpes recibas siempre te ira muy bien.
Colmillos, colmillos y cierta torpeza al hablar,
parsimonia, pasividad y encanto, voz de niña, corazón gigante, alma guerrera, mujer apasionante.
Esa eres tú empequeñecida por mi necesidad de describir.
Que aunque inefable te sé, grande es mi deseo de quererte,
cada vez más cerca de mi tenerte.

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